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Fecha publicación: 05/09/2012

Solo recién se ha reconocido en Honduras, que el uso productivo de los sistemas de abastecimiento del agua es una práctica común en las zonas rurales del país. Al mismo tiempo, técnicos y profesionales del sector reconocieron que esta práctica podría tener un impacto negativo sobre la sostenibilidad de los servicios, si no es bien regulado. Por lo tanto se realizó un estudio que buscó de caracterizar esta práctica en mayor detalle. En este estudio se recolectó información sobre el uso múltiple del agua a nivel familiar y el impacto tanto en las formas de sustento de estas familias, como en la sostenibilidad del servicio, en 14 comunidades en el centro y sur del país.

Los casos de estudio muestran que el uso productivo de acueductos es una práctica casi universal. Casi todas las familias hacen este uso del agua en todas las comunidades estudiadas. Sin embargo, el alcance y la importancia de la práctica difieren mucho entre diferentes categorías de usuarios. Jornaleros, asalariados y agricultores de subsistencia, suelen de usar pequeñas cantidades de agua para consumos a pequeña escala, como algunas gallinas o una huerta. Agricultores grandes, empresarios y hacendados tienen consumos productivos muy grandes, pero muchos de ellos cuentan con sistemas individuales para abastecer sus necesidades y no usan el acueducto para fines productivos. Un grupo de agricultores pequeños y medianos puede usar cantidades grandes de agua, pero solo en algunas épocas del año. Sin embargo, estos consumos suelen de venir del acueducto.

Luego, se analizó el impacto de estos consumos diferentes sobre la sostenibilidad de los servicios. Se concluyó que el consumo productivo puede generar unos riesgos sobre la sostenibilidad, sobre todo los consumos altos ocasionales. El uso múltiple puede generar problemas como generar presión sobre el recurso hídrico, sobre-uso del agua disponible dentro del sistema, conllevar a una distribución inequitativa y generar conflictos dentro de la comunidad como con comunidades vecinas. Al mismo tiempo, se encontró una seria de medidas de gestión que pueden ayudar en regular el uso múltiple, por ejemplo a través de regulaciones internas y sistemas tarifarios diferenciados.

El estudio concluye que el uso múltiple juega un papel importante en la economía familiar rural. Pero, si no está regulado, puede generar problemas de sostenibilidad. Se recomienda por lo tanto reconocer que esta práctica existe y es relevante, y que debe ser tomado en consideración en la gestión de los servicios en agua. Con base en esto, se han formulado una serie de recomendaciones para el apoyo a las juntas de agua en regular el uso múltiple como para intervenciones en sistemas nuevos y existentes.país.

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